«Para Venezuela es vital la explotación de petróleo en el municipio Junín y Córdoba del estado Táchira, el país ahorraría al año mil 500 millones de dólares, al no tener que comprar petróleo liviano, y se aportaría a las menguadas exportaciones más de 90 mil barriles diarios que sería igual a mil 250 millones de dólares”, calculó Luis Moncada, precandidato a la Gobernación del estado por AD.
Sostuvo que con el ingreso millonario se cubriría el 100% de las divisas necesarias para la importación de medicinas y equipos, y el 60% de las divisas para la importación de alimento, “3 mil millones anuales, según la Cámara Venezolana de Alimento (Cavidea), para acabar con la escasez y el alto costo de la vida”.
Moncada indicó que a nivel regional se generarían 7 mil empleos directos y 21 mil indirectos, y la economía tachirense recibiría 6 veces más el presupuesto de la gobernación del estado Táchira del 2016; “las alcaldías de Junín y Córdoba se convertirían en las de mayor ingreso de la región”.
En este sentido, exhortó al gobernador del estado, José Gregorio Vielma Mora, y al presidente de la República, Nicolás Maduro, a que reinicien la explotación petrolera, “no solo beneficiará a los tachirenses sino a todos los venezolanos con el abastecimiento de medicina, equipos médicos y alimento”.
Moncada señaló que a finales del segundo gobierno del presidente Rafael Caldera, 1997-1998, se inició la explotación petrolera en el municipio Junín, específicamente a las afueras de Rubio, en la vía hacia Las Dantas, “inexplicablemente Pdvsa la abandonó, sin dar explicaciones a finales del 2001”.
Recordó que por primera vez en Venezuela comenzó la explotación petrolera a finales del siglo XIX, en la cuenca petrolera La Petrolea, por una empresa tachirense de forma artesanal para producir kerosene.
“Al descubrirse el potencial petrolero del estado Zulia y con la llegada de las compañías transnacionales se olvidó por casi 100 años la riqueza del Táchira. En 1990 después de estudios en el municipio Junín y parte de Córdoba se instalan los hitos metálicos para ubicar los yacimientos petroleros, iniciándose la explotación en Rubio”, relató.
Sostuvo que, “luego el gobierno del fallecido expresidente Chávez, al priorizar la explotación en la franja petrolera del Orinoco, la abandonó, no solo en el Táchira sino también en Guafitas, El Nula, Alto Apure, y en la cuenca occidental del Lago de Maracaibo, donde la producción descendió de 1 millón 200 mil barriles a 540 mil (cifra actual)”.
“La nacionalización de los convenios petroleros de Cerro Negro, Zuata y Hamaca, que producía 380 mil barriles diarios con transnacionales como Chevron y Esson Movil, demoró la explotación de la faja del Orinoco, a la vez que la inversión en infraestructura fue cuantiosa”, afirmó.
Aseguró que la crisis financiera del 2008 y la caída de los precios del crudo a partir del 2015 han reducido la inversión y la no construcción de mejoradores, en consecuencia se ha tenido que agregar napta a los barriles diarios como disolvente, que actualmente por costo ha obligado a la empresa estatal mezclar petróleo extrapesado de la faja del Orinoco con liviano. (YR)
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