“No queremos que nos tomen más el pelo, no queremos más burlas, exigimos justicia y que quién mató a nuestra mamá e hirió a nuestra hermana, pague por lo que hizo. Nada de que estén pidiendo el beneficio de casa por cárcel, ese señor debe estar preso como cualquier otro asesino”.
Así expresaron su indignación Marly y Kelly Contreras, dos de las hijas de una dama que hace casi siete meses fue ultimada de un balazo en el pecho, cuando ingresó a una finca vecina de La Gonzalera vía a Rubio, para bajar naranjas, hecho en el que otra hija resultó herida.
“Hace como tres meses fue la audiencia en la que a ese señor (al autor del hecho) le imputaron cuatro delitos: el homicidio de mi mamá; intento de homicidio, porque también le disparó a una hermana de nosotras, porte ilícito de arma de fuego, y otro que no recordamos ahora. Él está detenido en los calabozos del Cicpc, pero el problema ahora es que además de que están intentando que le den el beneficio de casa por cárcel, todo parece indicar que se han confabulado para dilatar el desarrollo del proceso judicial”, explicaron.
En este sentido refirieron las muchachas que la audiencia que debía efectuarse el martes 24 de este mes en el que el Ministerio Público acusaría al imputado, se suspendió ante la ausencia de la representante de la Fiscalía 25, Yadira Méndez.
“Ahora hay que esperar por otra audiencia sencillamente porque la fiscal que debía llegar a las 10 de la mañana, llegó a las 11:30 de la mañana. Ella es la parte acusadora, así como nosotros que somos familiares de la víctima, ella debería ser de las más interesadas en que se cumpla cada audiencia. Y no solo eso, ese día a todos los familiares y abogados de ese señor se les permitió pasar a verlo, pues con decirle que fueron ellos los que al salir nos dijeron que no habría audiencia. Eso es un irrespeto. Quiénes son ellos para poder pasar y verlo”, se preguntaron.
Agregaron que “desde que ese señor mató a mi mamá, el 9 de julio de 2016, Mariela Barrera Barrera la casa no ha vuelto a ser la misma. Él destruyó nuestra familia, mi mamá dejó seis hijos y, dos de ellos aún están muy pequeñitos. La extrañamos, la necesitamos, y por eso no vamos a permitir que a quien le quitó la vida, le den casa por cárcel, eso sería como no pagar por lo que hizo. Queremos que el juez se ponga la mano en el corazón, que nos entienda”.
Mariela, quien tenía 43 años de edad, fue asesinada y su hija Wendy, resultó herida de un tiro en la pierna, cuando el dueño de un terreno, las sorprendió al momento que querían bajar unas naranjas en su finca.
Otras dos mujeres, familiares de las víctimas, fueron testigos del hecho, e indicaron que el hoy imputado, en ningún momento les ordenó salir de su propiedad o les advirtió que les dispararía, según ellas, las atacó a mansalva.
Mariela residía en el sector Los Chaguaramos, a poca distancia de donde ocurrió el hecho. Murió casi instantáneamente a causa de un balazo en el corazón.
Funcionarios del Cicpc- subdelegación Rubio, detuvieron al responsable J. Lamus, que para ese momento contaba con 59 años de edad.
[fuente]lanacionweb.com[/fuente]
